Los tiempos cambian, nos cambian y también cambian a los espacios que nos rodean. Nada se mantiene constante, y algo tan común como una plaza no es la excepción.
Todos los barrios tienen una plaza que los identifique, en ellas solíamos jugar hasta el hartazgo. ¿Quién no recuerda las infinitas vueltas en la calesita? Atrapar la sortija nos podía convertir en el niño más feliz de la tierra, era el pase a una nueva aventura. El sube y baja, el tobogán, las hamacas eran la puerta a un mundo llenos de felicidad.
Hoy en día las plazas son representaciones de variadas practicas humanas, no solo es un espacio para los niños tambien podemos ver grupos de personas haciendo yoga, algunos domingos podemos visitar los grupos de artesanos que se ganan la vida exponiendo sus trabajos, vemos muestras artísticas que recuerdan la historia argentina, tambien podemos disfrutar de recitales, obras de teatro, bailes callejeros.
Todos los barrios tienen una plaza que los identifique, en ellas solíamos jugar hasta el hartazgo. ¿Quién no recuerda las infinitas vueltas en la calesita? Atrapar la sortija nos podía convertir en el niño más feliz de la tierra, era el pase a una nueva aventura. El sube y baja, el tobogán, las hamacas eran la puerta a un mundo llenos de felicidad.
Hoy en día las plazas son representaciones de variadas practicas humanas, no solo es un espacio para los niños tambien podemos ver grupos de personas haciendo yoga, algunos domingos podemos visitar los grupos de artesanos que se ganan la vida exponiendo sus trabajos, vemos muestras artísticas que recuerdan la historia argentina, tambien podemos disfrutar de recitales, obras de teatro, bailes callejeros.
Por eso es que elegimos las plazas dentro de espacios publicos, porque vemos que mas alla del verde hay todo una vida que nos puede sorprender.
Ayudanos a descubir juntos que hay detras de las plazas de nuestra ciudad...
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