Pinturas con aerosol, insectos de alambre, hornillos de arcilla, duendes de madera. Estos son algunos de los objetos que encontramos en la feria artesanal de la plaza principal de Morón, al oeste de la capital federal.
Madres, padres, hijos, abuelas, nietos recorrían los pasillos formados por los puestos de la feria, del otro lado de los puestos, ojos expectantes observaban a la gente que se paraba a mirar. Es interesante saber que los artesanos tienen un lugar donde exponer lo que hacen, donde expresarse, un lugar donde tener una devolución del otro sobre su trabajo. En estos momentos alquilar o comprar un local para exponer o vender sus trabajos sería casi imposible, sin embargo existen lugares públicos donde la gente puede mostrar lo que hace.
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